La isla de Skye, la mayor de las Hébridas interiores, se caracteriza por su singular y dramático paisaje, e irradia una extraña atracción mágica. El escarpado terreno, salpicado con el color rojizo del ganado de las Highlands, los páramos cubiertos de brezo, los misteriosos castillos y la frecuente bruma que todo lo envuelve la convierten en un paraíso para quienes tienen sed de aventura, Aquí se han rodado muchas de las grandes películas de Hollywood.
Después de toda la emoción de un día en Skye necesitará un alojamiento cómodo. Puede alojarse en un acogedor B&B en Portree, la ciudad más grande de la isla, o buscar un agradable albergue para excursionistas con vistas al dramático paisaje de las montañas Cuillin. Si prefiere marcar su propio ritmo también hay opciones de alquileres vacacionales de casitas en el campo.