Dunfermline fue antigua capital de Escocia y su abadía es lugar de descanso final para muchos reyes y reinas escoceses, entre ellos Robert Bruce.
Realmente cuando se trata de Fife, es un problema. Esta es una región donde hay tanto que hacer que no siempre hay tiempo para hacerlo. Sus rústicos pueblecitos y sus encantadoras ciudades se combinan para dar a esta región un cierto «no sé qué». Aunque St Andrews es sin duda la joya mejor guardada de Fife, esta región tiene mucho más que ofrecer y tanto viajeros urbanos como exploradores, ciclistas, visitantes de museos o gastrónomos quedarán más que satisfechos.
Montones de historia
Castillos, palacios, museos y galerías... hay abundantes muestras de todos ellos en Fife. Esparcidos por la región, cada uno de ellos es único por razones diferentes. Algunos tienen conexiones con la realeza, como la Abadía de Dunfermline. Otros examinan el pasado de las industrias de la región como el Museo de Pesca de Escocia, mientras que otros recuerdan a los más importantes pioneros de Fife, como Andrew Carnegie y Adam Smith.
La Cuna del Golf
Conocida como la Cuna del Golf gracias a sus bellos campos y a su larga historia y relación con este deporte, Fife es un lugar magnífico para salir a los greens. Desde nuestros históricos campos de golf de St Andrews hasta los magníficos campos de los parques del interior... hay 50 campos entre los que puedes elegir.
Tesoros de la costa
Puede que las ciudades y pueblos de Fife sean pequeños, ¡pero están llenos de carácter! Además, puedes explorarlos todos a pie y dejarte embargar por las impresionantes vistas mientras recorres la Ruta de la Costa de Fife por todo el litoral. Desde el ambiente cosmopolita de St Andrews hasta los encantadores pueblos de pescadores del East Neuk of Fife («la esquina este de Fife»), como Crail, Anstruther, Pittenweem, St Monans, Elie y otros, la región está salpicada de pintorescos pueblos y ciudades costeros, con una enorme cantidad de actividades al aire libre y una increíble fauna.
Delicias culturales
En Fife, cuando es hora de comer, la cuestión no es qué comer, o dónde o cuándo. ¡Lo que te preguntarás es cómo sacar el máximo provecho de los bulliciosos restaurantes y unos manjares que son para relamerse! Puedes saborear cerveza, ginebra y whiskies artesanos directamente en el lugar donde se producen y coger tus propias bayas y frutos del bosque. O degustar muestras de la despensa regional en cafeterías, pubs y restaurantes galardonados. ¿O por qué no haces una parada en uno de los muchos y animados mercados de granjeros y agricultores de la región para abastecerte de productos locales, desde marisco recién cogido a aromáticos quesos y suculentas carnes? ¡Puedes escoger lo que quieras!