La historia de Escocia que inspiró Outlander

Outlander comenzó en la época de la rebelión jacobita de 1745. La serie sigue las aventuras de Claire Randall, una enfermera de la posguerra transportada misteriosamente al año 1743. Atrapada en este momento de la historia, conoce a Jamie Fraser, un encantador y valiente soldado escocés y terrateniente conectado al movimiento jacobita. Además, fue educado en Francia y es bueno con la espada. ¿Pero quiénes eran los jacobitas?

El término «jacobita» proviene del latín y simplemente significa «seguidor de Jaime» (cuyo equivalente en inglés es James). Este James se refiere a James VII, el último monarca católico que gobernó no sólo en Escocia, sino también en los reinos de Inglaterra e Irlanda (bajo el nombre de «James II»). Invadido y luego derrocado en 1688 por su yerno protestante, James se vio obligado a exiliarse en Francia. Durante los siguientes 60 años, los partidarios de Jaime VII organizaron una serie de rebeliones para restaurar a Jaime (y a sus herederos) al trono.

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Después de una breve estancia en Francia, durante la cual intentó ganar apoyo, puso pie en la costa escocesa en 1745. El Príncipe se ganó el apoyo de los Highlanders y otros bandos, y tuvo algo de éxito militar avanzando finalmente sobre Inglaterra. Sin embargo, sus tropas se vieron obligadas a retirarse y las esperanzas del  príncipe Charlie se vieron frustradas en la trágica Batalla de Culloden, en 1746. Después de esta batalla, Carlos huyó con la ayuda de la heroína jacobita Flora MacDonald al continente europeo, donde vivió el resto de su vida. La historia de su fuga se ha convertido en parte integral del folclore escocés. 

En las novelas de Outlander, Charles se hace amigo (ficticio) de Jamie Fraser. Somos testigos de las travesuras del Príncipe mientras se prepara para recuperar el trono de Francia, así como de las batallas decisivas libradas en Escocia hasta su derrota final.

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La batalla de Culloden se luchó al este de Inverness el 16 de abril de 1746. El Príncipe Charlie luchó con un ejército de 5000 jacobitas contra el Duque de Cumberland y su ejército de 8000 hombres. La batalla fue la culminación de años de agitación política y el trono de Gran Bretaña estaba en juego. Quién luchó y por qué se luchó es difícil de explicar, ya que había muchas lealtades e intereses de por medio.

Una cosa es indiscutible, y es que Culloden fue una terrible derrota para los jacobitas. En menos de una hora, unos 1.500 hombres perdieron la vida, más de 1.000 eran jacobitas. Fue la última batalla en suelo británico y cambió el curso de la historia para siempre. Tras las batallas, muchos fueron acusados de traición y detenidos, hasta que finalmente el sistema de clanes fue abolido en Escocia.

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